Este libro lo escribió José Revueltas un novelista, cuentista, pensador, periodista, dramaturgo y luchador político durante su estancia en la cárcel de Lecumberri.
Es una historia alucinante de un par de presos drogadictos que traman que sus novias les pasen clandestinamente la droga mediante sus visitas. Se les ocurre utilizar la madre de otro prisionero que viene de visita con frecuencia, a la que no se hace el registro íntimo igual que se hace a las mujeres jóvenes.
El Carajo un hombre al que le falta el ojo derecho con un pierna tullida, un personaje importante al que ningún otro quiere, ni el mismo se cuida solo busca un momento de paz detrás de la droga, encarna el desecho de la cárcel, el desecho del desecho, buscando sobrevivir para disfrutar de la droga dependiendo de su madre para conseguirla y ella lo ayuda por el remordimiento de haberlo traído al mundo.
El prisionero hijo de la señora además de ser otro drogadicto es medio loco y propenso a intentar suicidarse.
Lo más raro de lo todo es la danza de la panza. Después de haber conseguido una cantidad de la droga, mientras todavía están en el mero salón lleno de guardias y visitas los tres presos y sus novias la toman ante la madre retraída. Uno de ellos tiene tatuaje obsceno en el vientre. Se levanta la camisa y comienza ondularse la barriga de tal manera que se sugiere que las figuras del tatuaje sean obsenas.
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